"Pastor, creo que se equivoco", me decía una persona un día de estos_ "es hijos con limites"... eso es consecuencia _le respondí_ descubramos la causa.
Los “niños difíciles” no evolucionan porque si... Cada crisis infantil generalmente tiene un contexto que cultiva estas situaciones, y los niños con límites saludables no crecen de la nada. Aunque por naturaleza los límites no son muy atractivos desde que somos pequeños, tenemos mucha ayuda y estímulos para desarrollarlos o no.
El mundo religioso suele responsabilizar al niño por sus problemas diciendo que todo está en la naturaleza pecaminosa. El mundo de la psicología suele endosar a los padres, colocando todas las conductas fuera de control en “lo que le sucedió a Perlita cuando era niña”. En cada caso, hay claramente un bueno y un malo. Pero ninguna de estas dos miradas es completamente precisa. ¡En realidad, las noticias son peores!
Quienes somos hoy es esencialmente el resultado de dos fuerzas: nuestro entorno (estímulos) y nuestras respuestas al mismo.
Las formas como fuimos formados, relaciones significativas y circunstancias moldean poderosamente nuestro carácter y actitudes. Pero la forma en que reaccionamos a nuestras relaciones y circunstancias significativas ya sea defensiva o responsablemente, también influye en el tipo de persona en que nos convertimos.
Es posible que tengas un niño con dificultades para asimilar los límites, o simplemente quieras ayudar a que tu hijo se convierta en una persona honesta y responsable. De una u otra forma, no pretendo hacerte sentir culpable. Por el contrario, hoy vengo a que juntos definamos el primer y más importante ingrediente para ayudar a los niños a aprender los límites: un padre con límites.
Tu hijo está reaccionando… es tu espejo.
Como padres, es nuestra prioridad interpretar el comportamiento de un niño (a) como una respuesta a tu propio comportamiento, pero también necesitas analizarlo en términos de sus motivaciones, necesidades, personalidad y circunstancias. Esto requiere un GRAN cambio de enfoque, ya que normalmente miramos las acciones de una persona solo en términos de sus motivaciones, necesidades, personalidad y circunstancias, y no de las nuestras.
Como regla general, los niños no saben lo que están haciendo. Tienen poca idea de cómo manejar la vida para que funcione bien, (son niños). Es por eso que Dios les dio padres para amarlos, darles parámetros, estructura y guiarlos hacia la madurez. Tal como un cachorro necesita entrenamiento de obediencia, los niños necesitan ayuda del exterior.
Básicamente, los niños madurarán al nivel que los padres los hagan crecer, y no más alto. Las limitaciones de los padres para poder ser responsables y enseñarles la responsabilidad influyen directamente en cuán bien los hijos aprenden la responsabilidad. Los niños no tienen cómo crecer por ellos mismos. Responden y se adaptan a cómo son criados.
La primera y fundamental idea que tienen los niños acerca de cómo opera el universo, está en casa.
El hogar es donde forman sus conceptos de realidad, amor, responsabilidad, elecciones, respeto y libertad. Entonces, si te relacionas con tus hijos de una manera que refleje principios de Dios, ellos harán una transición exitosa al mundo exterior. Pero si proteges a tus hijos del dolor de la irresponsabilidad, los estarás preparando para muchas luchas en su adultez.
Proverbios 29:15 Disciplinar a un niño produce sabiduría, pero un hijo sin disciplina avergüenza a su madre.
Podemos preguntarle a Eli, o al mismo Rey David.
Una de las preguntas más útiles que los padres pueden hacerse cuando se enfrentan con el problema de un niño no es: “¿Por qué no dejará de gritarle a su hermano?” Sino “¿Cuál fue mi contribución en el inicio de este problema?”
Esto puede ser doloroso, ya que te hará mirar la viga en tu propio ojo en lugar de la astilla en el de tu hijo (Mateo 7: 1-5). Pero el beneficio de este enfoque radica en sacarte de la evasión de tu responsabilidad, y la incapacidad de tratar de controlar a tu hijo para llevarte a la posibilidad de que puedas controlar tu postura con tu hijo.
Ser un padre con límites que está desarrollando un niño con límites requiere aceptar la realidad de que un curso, un libro o incluso este artículo no es suficiente. Ponte a trabajar en ti mismo también. Encuentra dónde tus propios límites son débiles. Busca ayuda. Repara y desarrolla tus límites en tu vida espiritual, familiar, social, laboral, académica…
No existe cantidad de sermones o regaños que puedan lograr lo que conseguirá una experiencia, precedida por la humildad.
Necesitas experimentar límites para desarrollar límites en los hijos. “Todo árbol bueno da buenos frutos”[i]
Tenemos que decidir que somos un roble, o una palmera… si decidimos ser como un roble con el que tu hijo forcejea una y otra vez, hasta que se da cuenta de que el árbol es más fuerte que él, hemos marcado una pauta de bendición, la próxima vez ya lo rodeará sin intentar pasar por encima del mismo.
Nunca olvidaré la frase “como somos nos reproducimos”
Un gran abrazo,
E625 / TG
El ejemplo, la auto-regulación, el carácter. 🚥
Excelente blog bendiciones 🙏 pastor.