“Gratitud: matemáticas más complejas de dominar y es la que nos permite contar nuestras bendiciones”
Dar gracias es normalmente una reacción, ser agradecidos es una actitud.
El día de Acción de Gracias, mucho más presente en la cultura de algunos países, tiene la extraña capacidad de llevarnos a la idea, no tan consciente, de que agradecer es algo para tener en cuenta solo en momentos determinados, algo así como una reacción.
Decir “gracias” cada vez que recibimos algo es una muestra de buena educación, pero vivir con una actitud agradecida marca una diferencia crucial en nuestro estilo de vida.
Jesús nos mostró cómo ser agradecidos.
Jesús siempre tuvo gratitud para con Dios. Nunca asumió que las bendiciones de Dios serían automáticas, permanentemente se tomó tiempo para agradecer, no tuvo queja, no tuvo crítica, en su corazón.
Jesús bendijo la comida, antes del milagro de la alimentación de los 5mil.
Que maravilloso, lo que nos enseña Jesús… agradeció el milagro antes de recibirlo. Ser agradecido, produce milagros en nuestra vida. Dar gracias así, desata con poder la Fe.
Ser agradecidos es estar convencidos de que nuestras vidas están en las manos de Dios.
Jesús bendijo la comida antes de la última cena.
Ser agradecido dijimos es también un acto de Fe, estamos convencidos, que a Dios nada se la ha salido de su mano.
Jesús dio gracias aun a pesar de conocer lo que estaba por venir, la crisis que venia con fuerza destructora, su crucifixión y muerte, pero ¿porque dio gracias? Porque su Fe, lo invitaba a poner su mirada en la voluntad de Dios… sabia que el trago amargo pasaría.
Mantener viva la actitud de ser agradecidos, nos prepara para enfrentar los momentos oscuros de nuestra vida, esto comunica esperanza, confianza, seguridad.
El quejarnos nos aleja de Dios, el ser agradecidos, refleja madurez, convicción.
Jesús agradeció al Padre antes de resucitar a Lázaro.
Juan 11:41 Entonces quitaron la piedra. Jesús, alzando la vista, dijo: —Padre, te doy gracias porque me has escuchado.
Pregunto, cuando Jesús dijo estas palabras… ¿Lázaro había resucitado? Obvio no.
Su gratitud fue un acto de Fe, evidencia que los planes de Dios, aun cuando en nuestra dimensión no se hayan cumplido, se cumplirán en el tiempo perfecto de Dios.
La gratitud, es una forma maravillosa de decirle a Dios, sé que lo harás.
Y esto sí que agrada a Dios, cuando llamamos las cosas que no son como si fueran.
Romanos 4:17 delante de Dios, tal como está escrito: «Te he confirmado como padre de muchas naciones». Así que Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y que llama las cosas que no son como si ya existieran.
Poder Omnímodo: que lo abarca y lo puede todo.
Poder para cumplir lo prometido a pesar de que al hombre todo le puede parecer imposible: LLAMO LAS COSAS QUE NO SON (es decir que no existen, ni se ve como pueden existir) COMO SI FUESEN (como si ya existiesen)
Abraham estaba segurísimo de que se cumpliría la palabra de Dios.
La fe vuelve visible lo invisible de Dios,
No significa que por que no lo veamos… no está creado.
La terapia de dar gracias... DIGAMOS JUNTOS:
Ø los impuestos que pago, es porque eso significa que tengo ingresos…
Ø la ropa que me queda es porque tengo que comer
Ø la sombra que me acompaña significa que me acompaña la luz del Sol.
Ø el césped que necesita ser cortado, las ventanas limpiadas, es porque tengo una casa.
Ø el espacio más retirado que encontré en el estacionamiento, significa que su incapaz de caminar.
Ø todas las quejas que escucho, de nuestro Gobierno, significa que tenemos la libertad de hablar.
Ø el que desentona con sus Palmas al alabar a Dios, significa que pudo oír.
Ø Lavar y planchar mucha ropa, significa que tenemos ropa para vestir.
Ø La alarma que nos despierta cada mañana, porque significa que amanecí vivo.
Ø el cansancio al final del día, porque significa que he sido productivo.
TG
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